domingo, 18 de mayo de 2014

35 renglones

Él la mira de reojo, trata de saber dónde está
Ella se deja buscar, se coloca donde pueda ser vista.
Él asiente y saluda,
Ella sonríe.
Él se acerca, 
Ella evita alejarse.
Suenan las campanas.
Él se despierta,
Ella llevaba observándolo desde que salió el sol.
Él toca sus mejillas,
Ella se funde en Él.
Se escuchan llantos.
Ella extiende el brazo y lo mece,
Él recoge un oso de peluche de sus pies.
Ella palía la fiebre,
El se debate entre unos pucheros y una cuchara con verduras.
Ella vuelve a la escuela,
Él asiste a los partidos infantiles.
Uno, dos, tres.
Él pone una hora,
Ella desliza unas monedas de más en los bolsillos.
Él espera en el sillón hasta las dos,
Ella no duerme hasta el regreso.
Él pide las notas,
Ella anima a que sigas.
Él te dice que la olvides,
Ella a que vivas con ello y te superes.
No se escuchan llantos, lápices, juguetes, pucheros, ni pisadas de madrugada.
Tres, dos, uno, cero...
Él no puede verla, 
Ella no lo escucha.
Él extiende el brazo para tocarla,
Ella no lo reconoce y lo rechaza.
Él la llama,
Ella ya no está.

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